¿USAR WHATSAPP PARA IGNORAR MENSAJES? REFLEXIÓN SOBRE LA COMUNICACIÓN EFECTIVA

Últimamente, me he dado cuenta de algo que me hace reflexionar sobre el uso de WhatsApp. Muchas personas tienen el mal hábito de no responder los mensajes que deberían atender. A veces dejan los mensajes en visto sin contestar, y esto hace que la herramienta pierda su propósito principal: la comunicación instantánea. Entonces, me pregunto, ¿para qué usar WhatsApp si no se va a atender?

En esos casos, pienso que sería más útil recurrir al correo electrónico para los temas que no son urgentes o simplemente optar por llamadas telefónicas, que garantizan una respuesta inmediata. Al final, la funcionalidad de WhatsApp no es comparable con la de un correo electrónico, pero si no se usa adecuadamente, termina siendo menos efectiva.

Creo que debemos reflexionar sobre cómo utilizamos los medios de comunicación y elegir el canal adecuado según la situación. WhatsApp debería ser para responder al momento, mientras que el correo y las llamadas pueden cubrir otras necesidades. Así, evitamos frustraciones y hacemos más fluida nuestra comunicación. ¿Alguien más lo ve así?
En tanto, si subsiste esta circunstancia, mejor continuaré usando mi cuenta de correo y recibiré y realizaré llamadas telefónicas, asi evitaré la frustración que provoca que mis contactos no ejerciten la comunicación instantánea con WhatsApp.

MISTERIOS DEL AGUA EN MARTE: UN PASADO QUE REVELA LA POSIBLE VIDA EN EL PLANETA ROJO

Reflexionando sobre la interpretación que se hace de la foto extremadamente detallada del suelo marciano obtenida por el Curiosity Rover, me impresiona lo que nos cuentan los científicos que la interpretan sobre las las formaciones geológicas del planeta Marte. La existencia de valles, cuencas y deltas es evidencia contundente, en opinión de ellos, de que Marte tuvo agua líquida en su superficie durante períodos significativos, aunque intermitentes, hace más de 3.000 millones de años. Esto implicó un clima marciano mucho más dinámico de lo que podríamos imaginar: alternando entre épocas cálidas y húmedas con temperaturas lo suficientemente altas como para sostener agua, y períodos extensos de frío extremo.

Me llama especialmente la atención cómo el agua transportó y erosionó fragmentos de roca, creando paisajes que aún hoy se observan. Estas formaciones sugieren que no solo hubo agua, sino que también hubo energía suficiente para moldear la superficie marciana, tal como sucede con los ríos en la Tierra. Este proceso no fue rápido; requirió miles o incluso millones de años para que la erosión formara valles y sistemas fluviales.

Marte no fue siempre el desierto helado que conocemos hoy. En algún momento, tuvo las condiciones adecuadas para el flujo de agua, lo que abre la puerta a preguntas fascinantes sobre su posible habitabilidad en el pasado. Saber que la historia de Marte incluye capítulos de agua líquida me hace reflexionar sobre la complejidad del planeta y la conexión que podría tener con nosotros, no solo en términos geológicos, sino también en el contexto de la búsqueda de vida fuera de la Tierra.